Alejandro Pannunzio explicó qué se necesita para que crezca la producción de arándanos

El mes pasado se concretó un embarque de arándanos argentinos a Israel. Dicho mercado se había cerrado hace 2 años por cuestiones sanitarias, pero luego de una intensa interacción público-privada, se logró la reapertura. El primer envío se realizó en avión con destino a Madrid y desde allí a Tel Aviv.

El presidente de la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina y vicepresidente del Comité Argentino de Arándanos, Alejandro Pannunzio, detalló que el envío consistió en 4 pallets y lo realizó la empresa Berries del Sol, desde Colonia Ayuí (Entre Ríos). “La fruta ya se está vendiendo en Israel. Estamos muy contentos por este paso” comentó el dirigente, quien agregó que “para nuestra actividad es muy importante lograrlo, no solamente para ubicar una buena parte de nuestra fruta, sino también por los enormes beneficios para la salud que genera el consumo de arándanos. Afortunadamente muchos lo prefieren por su sabor, muchos por sus propiedades y básicamente a todos los niños les encanta”.

En diálogo con Canal 6 ERTV, consultado sobre las perspectivas del sector, Pannunzio expresó que “para poder crecer en producción, que es una oportunidad que tenemos, necesitamos políticas más estables, hace falta que a nadie se le ocurra poner más retenciones de las que tenemos y tener previsibilidad, porque nunca se sabe lo que valen las cosas, porque el tipo de cambio varía cada 10 minutos. En 2008 – 2009 llegamos a tener más de 4.000 has. y pasamos a 2.700 en 2009, que es el número que tenemos en la actualidad, cuando a nivel mundial la superficie aumentó un 100% en el mencionado período. En 10 años, la fruticultura debería haber pasado de 1,5 millones de toneladas exportadas a 3 millones y sin embargo llegamos a 850.000 toneladas de ventas al exterior en 2018”.

El dirigente añadió que “vamos a un mercado al que llegan frutas de todo el mundo, por lo que necesitamos lograr un precio que nos permita ser competitivos y para eso, hay que bajar nuestros costos y ser más eficientes. Argentina tiene recursos humanos muy calificados, contamos con ingenieros en alimentos, hay personal muy capacitado y una ventaja es que llevamos muchos años de historia trabajando en la actividad. Lo que nos está faltando, más allá de esa cuestión de la política macro, es ese aporte a las economías regionales, porque desarrollando ese potencial que tenemos en Argentina, significa más mano de obra para la gente y más divisas con la exportación para el país”.

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