Adjudicatarios de créditos UVA piden diálogo y siguen reclamando por sobreendeudamiento

Los créditos UVA fueron promocionados en su momento, “como una gran oportunidad de llegar a la casa propia para las familias de sectores medios, con cierto nivel de ahorros”, pero quienes fueron adjudicados, con el pasar de los meses, vieron que sus cuotas subieron a un ritmo superior al de sus ingresos, por lo que para muchos, fueron o son difíciles de cumplir.

Desde el “Colectivo Nacional Hipotecados UVA Autoconvocados” expresaron a El Observador que “en las últimas horas trascendió que el Gobierno Nacional se encuentra trabajando en la instrumentación de una serie de cambios en la estructura de los créditos hipotecarios en UVA. Estas modificaciones contemplarían que tanto los ya otorgados como los a otorgarse, se indexen a través del Coeficiente de Variación Salarial (CVS), en lugar del CER, que replica la inflación. Venimos advirtiendo que tal posibilidad no aportaría ninguna solución a la situación de sobreendeudamiento en la cual nos encontramos los hipotecados y que por lo tanto no solucionaría el problema de fondo. El hecho de cambiar un índice por otro, no atacaría el inconveniente de raíz de estos créditos, que es la indexación de la cuota y del capital, lo que genera que este último se incremente exponencialmente mes a mes y materialice la paradoja que cuanto más se paga de cuota, es más lo que se debe de capital. Hemos sostenido en reiteradas oportunidades que resulta inviable indexar créditos que se otorgan a 15, 20 ó 30 años, en un país con alta inflación y donde los salarios suelen correr detrás de los precios. Durante los últimos 4 años, los salarios han padecido un fuerte deterioro en su capacidad de compra y todo indica que a raíz de la crisis económica mundial (por la pandemia de Covid-19), la mayor desde 1929 a la fecha, esta ecuación no se va a modificar al menos durante este año. La salida de esta problemática no puede pasar por llevar adelante cambios cosméticos. Frente a ello, reiteramos la necesidad de una mesa de diálogo, con las áreas y actores decisionales que atienden a nuestra problemática, que nos permita explorar otras alternativas e instrumentar modificaciones de fondo que hagan de estos créditos instrumentos viables en el tiempo. Cuando una familia toma la decisión de endeudarse a tan largo plazo, lo hace con el convencimiento de que ese crédito que obtiene para cumplir con el sueño de acceder a su vivienda propia, no se va a convertir a los pocos años en un verdadero calvario que haga trizas su proyecto de vida”.

“En cuanto se comience a superar la recesión económica y los salarios empiecen a recuperarse en términos reales, nos encontraremos con que nuestras cuotas y el capital adeudado se van a incrementar por encima de la inflación. Es decir que, el problema no sólo va a persistir, sino que se va a ver agravado. La solución de fondo pasa por modificar de raíz estos créditos ‘que fueron una política de Estado’ y salir de la lógica de la indexación, que es el único camino posible para hacer efectivo el derecho constitucional de acceso a la vivienda. El sistema financiero no puede seguir manteniendo su condición de intocable; no existe esfuerzo compartido cuando los ganadores resultan ser siempre los mismos. Resulta imperioso cumplir con las promesas de campaña y explorar los caminos abordados durante la salida de la última gran crisis del bienio 2001-2002, cuando desde el Estado se impulsaron una serie de DNU y leyes que permitieron evitar miles de ejecuciones y se brindó una solución de fondo para salir de los créditos hipotecarios dolarizados. La solución debe encararse apelando a esos instrumentos normativos. Sólo es cuestión de decisión y voluntad política”.