Adicciones de niños al celular, de adolescentes y jóvenes al alcohol, marihuana y cocaína. Opina la Dra. Patricia Caro

Visitó los “Estudios Paraná”, del “Centro Radial, Televisivo y Periodístico de Entre Ríos”, la Dra. Patricia Caro (bioquímica, especialista en Toxicología, Licenciada en Criminalística e integrante de la “Fundación Ave Fénix” de Paraná, ONG que trabaja en prevención, capacitación y atención de adictos).

En declaraciones a El Observador y al programa “Fernando Huck Reportajes”, de Canal 6 ERTV, entre otros varios temas, habló sobre los diferentes tipos de adicciones y las consecuencias que dejan a los adictos y para sus familias.

– Cuando habla de adicciones, se refiere a la droga, al alcoholismo, tabaquismo y al juego. ¿Y el celular…?

– En este momento, sobre todo en la infancia, la adicción más grande es la del teléfono. Siempre le digo a los padres, cuando le sacaron el teléfono a su hijo y éste se tiró al piso, hizo un berrinche, pataleó, lloró… lo que está haciendo es un síndrome de abstinencia y la culpa es de los mismos padres, desde el primer día que le dieron el celular, que hasta los 6 años debería estar prohibido. No se va a morir por no tenerlo. Los padres tienen el miedo de decir, “pero mi hijo no puede ser distinto a los otros”, pero con esto de hacer lo mismo, terminan todos cayéndose por la misma barranca. Después de los 6 años, el límite es de 2 horas diarias. Pero hoy están casi todo el día con el celular, porque es un recurso que tienen los padres cuando quieren hacer otra cosa. Cuando se reúnen con adultos, con el teléfono el chico está “entretenido”, tirado en un sillón, pero ponerle el dibujito en la pantalla, que implica mucho movimiento, mucho color, es muy adictivo para la criatura. Después el chico no tiene amigos, porque sus amigos también están todos con el celular. Lo que hay que fomentar es que se junten con iguales. Hay familias que tienen conciencia que no hay que darle el celular a los chicos y uno tiene que tratar de fomentar encuentros entre ellos. En vez de ir a la casa del amiguito a jugar con la  play, mandémoslo a un club que haga deportes. Todo tipo de adicción retrasa la maduración; empieza con la sintomatología típica de una adicción, es igual que la de las drogas. El cerebro aprende a encontrar placer a través de un objeto que luego, más adelante, puede ser reemplazado por encontrar placer a través de la droga, porque este objeto, libera dopamina… Cuando uno le dice esto a los padres, lo entienden, el problema es que después no lo hacen. En las charlas digo por ejemplo, los chicos no pueden empezar a ir al boliche a los 12 o 13 años, que es el primer objeto de adicción: mucho ruido, mucha luz, mucha gente, mucho movimiento. Todo esto es hiperestimulación sensorial, liberación de dopamina… Los padres lo entienden, pero después viene la pregunta, ¿y cómo hago para sacarlos del boliche? ¿Cómo hago para criar hijos fuera del boliche? Se puede. Por supuesto no le puedo decir que el sábado a la noche se vaya a dormir a las 22.00, pero se puede hacer otra cosa. Que sus amigos vayan a la casa, hagan unos choripanes, unas hamburguesas, escuchen música, charlen, hagan juegos de mesa, miren películas… que es lo que yo hice con mis hijos. Hay padres que me dicen, pero “si yo los traigo a casa me tengo que quedar levantado para cuidarlos y yo quiero dormir”. Y yo pregunto, cuando le abro la puerta y lo mando al boliche, ¿quién me lo cuida? Cuando está en casa, no hace falta que me quede levantado a cuidarlo, porque están seguros. En casa, si yo eduqué a los míos sin alcohol, no van a tomar alcohol. Y se van a divertir y la van a pasar bien…

– ¿Aumenta el consumo de alcohol en la juventud…?

– El consumo de alcohol juvenil en Argentina es el mayor de Latinoamérica. Y esto tiene que ver con que en nuestro país, los jóvenes se mueven en la noche, lo que no ocurre en el resto del mundo. Conozco 45 países, he tenido la suerte de poder viajar y en otros lugares, nadie sale de noche. Allá las fiestas empiezan a las 6 de la tarde y terminan a las 12 de la noche. Yo pasé mi adolescencia en Buenos Aires. Así era antes en Argentina también. A mí me iba a buscar mi papá a las 12 de la noche. ¿Quién corrió el horario de entrada al boliche? El mismo boliche. ¿Quién nos arrancó a los chicos del control adulto? El boliche. Que les abran a las 3 de la mañana, hace que los chicos no se puedan quedar esperando hasta esa hora en la casa, porque se duermen, entonces salen a hacer la previa y ya entran alcoholizados al boliche…

– ¿Cree que eso va a cambiar en algún momento…?

– Y a esta altura… no sé… En ese sentido, estamos medio perdidos, pero habría que hacer toda una campaña de concientización. Sacar a los chicos de la noche es difícil, porque ellos van a inventar otra cosa. Tenemos el problema del alcohol, de la marihuana, que ya viene con una campaña internacional que empezó en los años ‘60… En Egipto, a los narcotraficantes los ahorcan en la plaza pública, a la vista de la gente… Lo más grave es que hay una epidemia mundial de lo que se llama ahora “psicosis cannábica”, o sea, enfermedad psiquiátrica producida por la marihuana, que ya aparece en los manuales de diagnóstico de los psicólogos. En las escuelas sigo dando charlas y la primera frase que expreso es que yo no voy a hablar de consumos problemáticos, porque esto implicaría que estoy aceptando que hay consumos no problemáticos, lo cual no es cierto. Todos los consumos son problemáticos. No podemos banalizar el daño de la droga, diciendo que hay alguna forma de consumir marihuana que no sea problemática, porque no es verdad. Porque la afectación en el cerebro es inevitable…

– ¿Y qué dicen los chicos cuando plantea estos cambios…?

– Se miran entre ellos y se sonríen, porque la mitad está consumiendo marihuana, convencido que no hace daño. Lo peor es que con la famosa “Ley de Marihuana Medicinal”, dicho entre comillas, crearon un registro de productores de cannabis, donde el que quiere cultivarlo, se anota y lo puede hacer. La ley establece un límite de 6 plantas por persona, supuestamente para producir una marihuana medicinal que no existe, porque el aceite de cannabis no es una medicina… ¿Para quién producen toda esa cannabis? Para el uso masivo. Ya a los narcotraficantes la marihuana no les importa, no les interesa, porque el que quiere fumar marihuana, se la compra al vecino que la tiene en el patio. ¿Y el narcotráfico ahora qué hace? Si no puede vender marihuana o no le interesa vender marihuana, presiona con la cocaína. ¿Qué pasó en Uruguay? Cuando dictaron la “Ley de Marihuana”, el consumo de cocaína en dos años aumentó el 400%. Uruguay y Argentina son los países de mayor consumo de cocaína de América Latina. ¿Por qué? Porque tenemos marihuana libre…

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