“Actuamos para cuidar nuestros espacios y que nuestros hijos puedan disfrutarlos”

El arroyo Salto Paraíso en Libertador San Martín presenta una geografía sumamente atractiva, un paisaje digno de admirar de esos que no aparecen en toda la provincia, sino en ciertos relieves como propios de esta zona singular. Sin embargo, la mano del hombre puede influir de tal manera hasta llegar a dañar lo bello que entrega la naturaleza.

Desde hace unas semanas, un grupo de vecinos autoconvocados y preocupados por su estado, trabajan cada domingo para cambiar su cara. La tarea no es sencilla, al contario, se necesita de muchas manos solidarias para dejarlo en buenas condiciones de salud. De la misma manera se requiere de la toma de conciencia de quienes arrojan residuos. Es una acción en conjunto.

Gastón Pérez Tapia, uno de los impulsores de esta actividad solidaria, habló con El Observador en representación del grupo de autoconvocados. Indicó algunas causas del problema, el panorama que presenta el lugar y resaltó que padres e hijos se sumaran a la tarea en un claro ejemplo que la misma tiene en sí misma, una enseñanza.

– ¿De qué manera surge esta iniciativa? ¿Qué fue lo que les impulsó para actuar?

– Hace 23 años que vivo en la ciudad y desde siempre recorro las zonas naturales. Antes lo hacía como estudiante y ahora lo hago con mis hijos. Hacía bastante que no andaba por esta parte del arroyo Salto Paraíso y cuando fui quedé muy preocupado por el estado de suciedad que había. Se me ocurrió sacar fotos para ver si alguien se sumaba a tratar de recomponer los daños que había. Algunas personas respondieron. Primero fuimos tres adultos y el hijo de uno de ellos (de 12 años) y después se fue sumando más gente. Actuamos por la necesidad de cuidar nuestros espacios y de que nuestros hijos también puedan disfrutarlos

– ¿Con qué panorama se encontraron?

– Mucha basura en los bordes de todo el arroyo pero específicamente de dos o tres predios donde, evidentemente, tiran basura actualmente. Además en el ex basurero municipal, había residuos que fueron enterrados en su momento pero el arroyo socavó el terreno y eso quedó al descubierto. Hay vidrios, restos de construcción, restos de vehículos y muchos de plástico, botellas y demás. Cuando el arroyo crece, esto queda esparcido por el borde o flotando en el agua y dan un aspecto muy triste a un espacio que podría estar mucho mejor.

Se suman familias que van con sus hijos lo cual nos da la esperanza de que no sólo hacemos un trabajo de concientización sino educativo involucrando a las próximas generaciones“.

– ¿Cómo se están organizando para llevar adelante la tarea?

– Somos cinco personas que nos comprometimos a coordinar las tareas. Tenemos un grupo de Whatsapp donde nos organizamos para ver lo que tenemos que llevar, quien convoca a los vecinos y por qué medio y quién habla con la municipalidad. Estamos abiertos a que quien quiera venir a ayudar, lo haga, bajo su cuenta y riesgo ya que no estamos agrupados de ninguna manera. Nos autoconvocamos para intentar reparar algo de esta realidad. Aunque sabemos que esto es un primer paso. Hay que tomar medidas más de fondo.

– ¿Cuáles fueron las repercusiones que tuvieron?

– Fueron varias, muchos vecinos nos expresaron su apoyo y otros su indignación. Varios nos escribieron para hacernos saber sus sospechas de gente que utiliza el arroyo tanto para dejar desechos como para tirar efluentes. Son cosas que iremos viendo a medida que vayamos limpiando y llegando más al fondo de la cuestión. También muchos medios se comunicaron para ofrecernos espacio para mostrar esta situación y algunas organizaciones para mostrarnos su preocupación y deseos de ayudar.

– ¿Qué respuesta hubo tras las primeras jornadas de limpieza?

– La primera vez, muchos agradecieron. Pero en la segunda jornada tomamos conciencia verdaderamente a lo que nos estábamos enfrentando porque decidimos relevar totalmente el lugar. Entonces nos dimos cuenta de que no era solo basura de gente que pasea por el lugar o alguna que otra cosa que arrastra el conducto de agua, sino que el mismo arroyo se usa como volcadero. Hicimos un video para mostrar esta situación y pedir ayuda porque no servía de nada seguir limpiando si no había un compromiso de no tirar más. Respecto del gobierno municipal, se comprometieron a limpiar, en la medida que pudieran, su espacio.

– ¿La idea es continuar con la actividad? ¿En el mismo sector?

– Nuestro primer objetivo es limpiar el arroyo Salto, pero todos los arroyos están igual de afectados. Sabemos que es un trabajo muy a largo plazo y que exigen el compromiso de todos: el estado, las empresas y los vecinos. Empezamos sacando la basura que se ve, pero también estamos dispuestos a denunciar a quienes hoy vierten desechos en los arroyos. Nos estamos asesorando y dando un tiempo para que tengan posibilidad de “reaccionar” y hacer los cambios necesarios. Es algo muy grave lo que está pasando. Además invitamos a todos los que puedan a sumarse. Los cursos de agua no sólo cruzan una localidad, así que si no reaccionamos, tendremos problemas y enfermedades que nos afectarán a todos. Por eso es importante sumarse, tratando de reciclar y reutilizar todo lo que se pueda. Y después comprometernos a disponer adecuadamente de lo quede, en definitiva, ser responsables. A la hora de ir a limpiar, no fueron tantos al principio, pero se va sumando más gente. El último domingo fuimos casi diez y pudimos avanzar muchísimo. Se suman familias que van con sus hijos lo cual nos da la esperanza de que no sólo hacemos un trabajo de concientización sino educativo involucrando a las próximas generaciones.

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