A. Santa María: La aldea protectora del medio ambiente cumple años

En lo más encumbrado de la selva montielera, sobre la Ruta Nacional N° 12, surge un camino lleno de paisajes multicolores que desembocan en una plaza donde se encuentra una histórica iglesia. A su alrededor se observan modestas casitas rodeadas por cipreses, en donde el canto de los pájaros irrumpe en medio de un estático silencio que contrasta con el rualdea santa maria entradaido de las ciudades. Sobre la plaza se ve un monumento hecho a los Fundadores Inmigrantes de Alemania, en el cual aparece el nombre de una figura que lo bendijo, el padre Alfonso Kaúl. En su costado se divisa un arado como símbolo de lo que siempre hicieron los habitantes: trabajar la tierra.

Esta aldea de tamberos y agricultores, fundada en 1887 por un grupo de colonos alemanes del Volga, tiene la particularidad de ser pionera con técnicas únicas de cultivos y del cuidado de la tierra por terrazas. Por tal motivo, fue nombrada Capital Provincial de la Conservación del Suelo en 1995.

Aquellos colonos que emigraron de Alemania en busca de un futuro mejor araron estas tierras.

El origen de las emigraciones empezó debido a Catalina II, oriunda de Alemania, esposa del zar de Rusia, que tenía un territorio grande, poblado con gente inculta, buscó atraer inmigrantes para fortalecer la cultura. La iniciativa de Catalina II cayó bien al pueblo alemán, atraído por las prerrogativas que les ofrecía Rusia. La primera emigración, de la cual esta aldea es descendiente, se hizo desde Alemania a Rusia. Como a los colonos querían usarlos en las batallas contra las tribus chinas, los llevaron a la desembocadura del río Volga, para ocupar esas tierras.

En 1876 se concretó el vencimiento de los privilegios concedidos por CataliAldea 3na a los colonos, lo que motivó que muchos partieran de Rusia. En 1877 el comisario general de Inmigración de la Argentina firma un convenio con alemanes del Volga para que vengan a fundar colonias al país.

“De Buenos Aires fueron a Diamante, porque querían que ocuparan las tierras de Colonia Alvear, donde fundaron las aldeas Spatzenkutter, Salto y Brasilera. Como a todos no les fue bien, un grupo compró estas tierras porque eran más óptimas para el cultivo”, afirmó con libro de datos de aquella época el escritor oriundo de esta localidad, Pedro Sacks.

Capital de la conservación: En cuanto al nombramiento de la aldea como Capital de la Conservación del Suelo, esto se debió a que hace 30 años un grupo del INTA se reunió para dialogar con los productores para solucionar el problema de erosión. “Un campo de Hergenreder tenía un arroyo de 3 metros de profundidad y lo taparon con arado de mansera. Luego empezaron a construir terrazas, que son curvas con nivel para contener el agua para que no haga erosión y poder desviarla a un arroyo. Esta técnica se la llevó a la gente y se sistematizó más de 10.000 hectáreas”, afirmó en su momento el ex presidente de la Junta de Gobierno Isidoro Yacob.Aldea 4

“Gracias al INTA, la gente aceptó la técnica de terrazas. Ello quiere decir no arar a favor de la pendiente y sin rotación de cultivo con siembra en el mismo lugar que traía como como consecuencia la erosión”, afirmó la ex docente Teresita Stang.

Tradiciones vivas: La Aldea Santa María fue fundada oficialmente el 4 de jun io de 1887. Su nombre se originó en que, al momento de fundarla, los pioneros buscaron la próxima fiesta luego de su arribo, que fue el 15 de agosto, día de la Virgen, motivo por el cual la denominaron con el actual nombre.

En julio de 1887, los colonos limpiaron los terrenos y en agosto del mismo año empezaron a edificar las primeras casas, que eran de ranchos con techos de paja que les enseñó a hacer el criollo. Fieles a sus tradiciones, incluso hasta hace poco tiempo, en la Iglesia se arrodillaban según la edad y cada dos años cambiaban de banco. Adelante estaban los chicos, después los jóvenes, las jóvenes casadas, más atrás los mayores y por último los abuelos.

(Artículo extraído del diario La Nación, gentileza de Teresita Stang)

 

Actividades: Clelia Hergenreder, secretaria de la Junta de Gobierno, le informó a El Observador que este domingo 5 de junio se efectuará un gran almuerzo familiar en el Salón Parroquial. Las tarjetas están a la venta en los negocios del pueblo, María Grande y Cerrito. Tienen un valor de: $180 para mayores; $100 de 6 a 12 años y $70 de 2 a 5. Luego del almuerzo, se presentarán diversos números artísticos, entre ellos el Trío Alegría. Las actividades se extenderán durante toda la tarde. Se anuncia además venta de alimentos caseros y servicio de cantina. 

 

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