A. Santa María: El Centro de Jubilados Provinciales y Nacionales cumplió 25 años

El Centro de Jubilados Provinciales y Nacionales “Aldea Santa María” alcanzó los 25 años de vida, motivo por el cual desde la actual Comisión se preparan festejos alusivos. No fue sencillo su creación, costó gestiones tras gestiones antes los organismos competentes hasta llegar a colocar los cimientos firmes para su desarrollo. Para conocer su nacimiento, El Observador dialogó con Teresita Stang, una de los pilares para su conformación. “En febrero de 1991 comenzamos con los primeros pasos. Yo acababa de jubilarme y tenía a mi madre que se atendía por PAMI. Allí me indicaron que los jubilados tenían muchos beneficios, me dijeron ‘¿por qué no arma un Centro?’ y comenzamos. En aquel entonces PAMI no sabía que existía la Aldea, no sabían que había gente que tenía la obra social y en la aldea tampoco teníamos ni la remota idea de qué era su obra social”, comentó con detalle. “Le comenté a Luis Dittler y convocamos una reunión de jubilados para informarles cada aspecto y las ventajas o beneficios que podíamos tener. Entonces se labró una breve acta provisoria y queríamos ver si estaba la posibilidad de formar un centro que nos uniera y nos permitiera hacer los trámites. La nota fue firmada y la llevé a PAMI. A los días me convocaron y me dijeron que estaba autorizada a formar el Centro de Jubilados, pero les comenté que queríamos ser Nacional y Provincial y me dieron el ‘ok’ pero debía hacer una nueva asamblea con todos”, recordó. Tras la nueva convocatoria de jubilados, se procedió a las formalidades como el armado de una comisión provisoria y la redacción del acta. Documento que fue presentado y abalado por el organismo, siendo el primer presidente Luis Dittler. “Comenzamos a funcionar en la ‘escuela vieja’ donde había quedado un aula en manos del Consejo General de Educación. Hicimos un comodato y el CGE nos permitió trabajar allí. En el lugar hicimos las reuniones, comenzó a trabajar la pedicura, también organizamos la primera fiesta y demás”, rememoró Teresita. En 1995 pudieron cumplir con el gran anhelo del edificio propio. “Con esfuerzo y todo a pulmón, compramos el terreno, pedimos colaboración de los gobiernos provinciales y nacionales y de a poco nos encaminamos para hacerlo realidad. Tuvimos nuestros inconvenientes económicos en su momento, pero con sacrificio salimos adelante y fuimos levantando las paredes”, explicó. Finalmente el 25 de septiembre de aquel año, quedó oficialmente inaugurado. Con 25 años de existencia y con tanto trabajo detrás de su concreción, Teresita no dudó en afirmar que “es como un hijo. El Centro fue mi lugar donde pude continuar en actividad luego de jubilarme, tras 30 años de maestra en la localidad”. En la actualidad el Centro cuenta con 74 socios y su presidente es Raúl Rausch. Además de la sede cuenta con un salón donde se realizan eventos familiares de los socios y está equipado con tablones, sillas, freezer, heladera, cocina y asador. También posee servicio de podología, enfermería y masajista. Este Centro entre otras actividades, ha organizado viajes a diferentes puntos turísticos, abiertos a todos los interesados y con muy buena respuesta. Por otra parte está proyectado pintar el exterior y efectuar arreglos en el interior del salón para mejorar su aspecto y conservación.