A 40 años de la “Gesta de Malvinas”, emotivo relato de ex combatiente

Este sábado 2 de abril se conmemorará el “Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas”, en homenaje a quienes defendieron la Patria en dicho conflicto bélico, donde fallecieron 649 soldados argentinos. Ese día, de 1982, las tropas de nuestro país desembarcaron en las Islas, usurpadas por Inglaterra desde 1833. En diálogo con Canal 6 ERTV, el ex combatiente Ángel Paz, habló sobre la guerra, los dramáticos momentos que vivieron junto a sus compañeros defendiendo la Patria y las secuelas que dejó este desigual conflicto armado, ya que el país se enfrentó a potencias mundiales.

– ¿Cuándo se enteró que iba a ir a la guerra?

– Fue todo muy rápido. En ese momento estaba haciendo el servicio militar, al que me había incorporado el 1 de marzo de 1982, en el Regimiento de Infantería Mecanizado 3 de La Tablada (Buenos Aires). A sólo 40 días, el 11 de abril, ya estábamos en Malvinas. Fue el destino de la vida que nos tocó ir a defender las Islas, con solamente 18 años y sin preparación. Para que tengan una idea, hicimos una sola práctica de tiro antes de ir a Malvinas. En ese momento no tomábamos conciencia del evento al que nos enfrentábamos, sí fue algo especial, muy sentimental para todos nosotros. Recuerdo que partimos un domingo de Pascuas y antes de salir, vino mi hermano mayor y alambre de por medio en el cuartel, me saludó y me preguntó por qué íbamos y en realidad, le decía que íbamos por el país, por la bandera…

– ¿Cuáles fueron los primeros movimientos en Malvinas?

– Llegamos y nos movilizamos algunos kilómetros del aeropuerto, para ir buscando posición, hasta que llegamos a Monte William. Durante esos días nos fuimos preparando, cavando pozos, para lo cual tuvimos algunas dificultades, porque filtraba el agua que brotaba desde abajo, ya que son tierras blandas. El 1 de mayo, día del primer ataque que recibimos de los ingleses, entramos en la realidad de la guerra. Antes de ese día, recibíamos alimentos calientes, pero después nos daban solo raciones. Tuvimos que hacer supervivencia, matar corderos para poder comer, porque la situación cada día era más compleja. Nos tiraban con todo, caían bombas provenientes desde los buques. Todas las noches había bombardeos… A los pocos días nos enteramos que las Islas Georgias habían sido recuperadas por los ingleses y el 4 de mayo nos comunicaron que habían hundido el “Crucero ARA General Belgrano”. Las cosas se fueron dando vertiginosamente. Del 10 al 14 de junio fueron los días más cruciales, con fuertes enfrentamientos.

– Muchos ex combatientes con los que hemos hablado, decían que el frío era prácticamente insoportable…

– Sí, se nos congelaban los miembros inferiores, de la temperatura tan baja que había… Para mí, el momento más duro fue cuando le tuvimos que entregar las armas a los ingleses. Lo que demuestra hasta qué punto ellos son un país pirata, colonizador, porque toda su vida fueron iguales, nos hacían poner las armas al lado de un mástil con la bandera británica, lo que fue muy doloroso para nosotros. Cuando llegué a Malvinas, estaba la bandera argentina y saber que me iba de allí sin el deber cumplido fue muy triste…

– ¿Cómo fue el trato de los ingleses en los días posteriores?

– Nos trataron verdaderamente como enemigos; nos daban para comer, queso y dulce de membrillo, hay que desmentir que nos trataron bien. Lo que sí, atendieron bien a los heridos, pero a los que podíamos movilizarnos, nos trataban como prisioneros, a pesar de la edad, 18 ó 19 años, que teníamos en ese momento. En Malvinas “nos hicimos hombres”, porque cuando volvimos, ya no éramos los mismos chicos. Fuimos reconocidos por los mismos ingleses por el valor que tuvimos de haber defendido de esa manera la bandera nacional. Ellos no podían entender que con tan poca edad, sin preparación y escasos armamentos, los hayamos enfrentado como lo hicimos, contra una potencia con armamentos de la OTAN y ayuda de EEUU…

– ¿Qué contactos tenían con los militares argentinos de más alto rango?

– Cada unidad tenía el jefe de Regimiento y Compañía. A mi jefe de regimiento lo vi una sola vez, que fue el 25 de mayo, que hicimos una formación. Hubo muchos desencuentros entre ellos mismos. No creían que los ingleses vendrían. Después del 2 de abril se dieron cuenta, porque la flota británica había salido y en ese entonces la dictadura militar del país, tuvo que tomar decisiones y decidieron enviar regimientos a las apuradas, para enfrentar a un enemigo superior a nosotros… 

– ¿Perdió a compañeros y amigos en la guerra?

– La compañía nuestra tuvo como baja al soldado Jorge Soria y varios heridos, no solamente físicamente, porque toda persona que pasa por una guerra, sufre un estrés post-traumático. Los que participamos de la Guerra de Malvinas, tenemos secuelas, padecemos distintos tipos de enfermedades que nos aparecieron a edad temprana. Estamos en tratamiento psicológico y psiquiátrico y muchos se suicidaron. El Estado se olvidó de nosotros, hay falta de reconocimiento en la parte de salud, porque no tenemos un buen sistema de salud para nosotros y el grupo familiar… Todos los beneficios que hemos recibido fueron a través de la lucha de los veteranos de guerra…

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.