¿Prohibir los videojuegos violentos es una censura?

La Corte Suprema de Estados Unidos aprobó la venta y el alquiler de videogames agresivos a menores, juzgando que su prohibición obstaculiza la libertad de expresión y es contraria a la Constitución.

 

“En virtud de nuestra Constitución, los juicios morales y estéticos sobre el arte y la literatura son resorte del individuo y no pueden ser decretados por el Estado”, señaló la Corte en su fallo, tomado por 7 votos contra 2.

 

Esta decisión, una de las más esperadas del año, completa una serie de tomas de posición de la más alta jurisdicción norteamericana, sistemáticamente a favor de la libertad de palabra, aunque muestre odio o repela.

 

“El Estado puede legítimamente tratar de proteger a los niños, pero eso no significa que pueda restringir las ideas a las que los niños son confrontados”, aunque sean sangrientas, racistas o de odio, prosiguió la Corte.

 

Además, los niños no han esperado la llegada de nuevos medios de comunicación para verse confrontados a un imaginario violento, añadió.

 

En 2005, California había decidido imponer una limitación a la venta y alquiler a menores de videojuegos en los que se pudiese “matar, mutilar, desmembrar o agredir sexualmente la representación de un ser vivo”.

 

Para ello se apoyó en varios estudios que mostraban una correlación entre el uso de este tipo de juegos y el desarrollo de comportamientos violentos en niños.

 

Con su decisión, la más alta jurisdicción norteamericana ha barrido en unas líneas toda consecuencia directa sobre el comportamiento de los niños. Los estudios presentados por California “no prueban que los videojuegos violentos provoquen la agresividad”, afirmó la Corte.

 

Los efectos de los videojuegos sobre los niños “son reducidos y no pueden ser distintos a los producidos por otros medios”, prosiguió.

 

Los fabricantes y minoristas de videojuegos, preocupados por la idea de que sus productos fuesen sometidos a restricciones que no se aplican a los libros o las películas, ganaron todas las etapas judiciales de lo dictado en California.

 

El legislador liberal Stephen Breyer, recordó que se ha prohibido la venta de pornografía a niños y se preguntó: “¿Qué sentido tiene prohibir la venta de una revista con la imagen de una mujer desnuda a un niño de 13 años y a la vez permitir la venta a ese niño de un videojuego interactivo en el cual, de manera activa, pero virtual, maniata y amordaza a la mujer, la tortura y la mata. ¿Qué clase de Primera Enmienda permitiría al gobierno proteger a los niños restringiendo la venta de ese videojuego extremadamente violento sólo cuando la mujer -atada, amordaza, torturada y asesinada- también está en topless?”

 

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