¿Cuál es el mejor “remedio” para el bebé?: La leche materna

Según la OMS, cada año se salvaría la vida de 1,3 millones de niños, si se consiguiera que todos los recién nacidos sean alimentados exclusivamente con leche materna, durante los primeros 12 meses de vida. Pero en Argentina, por distintos motivos, sólo el 40% de los chicos logran ese beneficio.

Aunque parezca tonto, resulta fundamental enseñarles a las mamás a preparar su mama para poder alimentar al bebé, más aún si son primerizas, las que muchas veces dejan de amamantar para pasar a la mamadera. Es aconsejable que con cierta antelación, las embarazadas estimulen los pechos con cremas ricas en vitamina A, masajeen el pezón para que no esté hundido y de ser posible, exponer las mamas al sol en los horarios adecuados. Esto permitirá que el pezón esté preparado y no se lastime los primeros días de amamantamiento, ya que cuando esto ocurre genera mucho dolor, hay que interrumpir la lactancia y a veces las mamás quedan con cierto temor de volver a alimentar naturalmente al recién nacido.

La glándula mamaria es una estructura compleja, funcional y evolutiva, que toda mujer debe controlarse, para detectar a tiempo distintas patologías. Más allá de ese propósito, el autoexamen y la práctica de ciertos estudios clínicos en forma periódica, permitirán incluso que ante un embarazo, la mamá se encuentre en perfectas condiciones para amamantar. Desde 1992 la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), instauraron en 120 países la celebración de la Semana de la Lactancia Materna, que se extiende del 1 al 7 de agosto de cada año. Por tal motivo, El Observador dialogó con el Dr. Rodolfo Harris, ginecólogo, quien al respecto señaló: “Desarrollar la lactancia tiene 2 grandes beneficios. Por un lado, ayuda a que disminuyan las hemorragias post-partos en las madres, puesto que mediante las succiones del bebé se contrae el útero y por otro, mejora la calidad de vida del recién nacido, sobre todo si se comienza a amamantar en las primeras 72 horas. En ese período el calostro brinda anticuerpos a la madre y a su vez, genera las primeras estimulaciones intestinales para que el bebé evacúe. Actualmente se está promocionando la lactancia materna como única alimentación durante los primeros 6 meses, sin necesidad de ningún otro agregado a la dieta”, explicó el profesional.

Casi no existen contraindicaciones que avalen que una mujer no puede dar de amamantar, a excepción de personas que padecen HIV, presenten herpes simples en el pezón y el bebé no llega al mes de vida y pacientes con galactosemia, que es una grave enfermedad congénita por déficit de la enzima galactosa-fosfato.

Hoy por hoy, es habitual que las mujeres tengan colocado un implante mamario y vinculado a la lactancia, el médico expresó: “No hay contraindicaciones, pero en la práctica hay variadas experiencias. He atendido pacientes que han podido dar de mamar sin ningún inconveniente y otras han manifestado un fuerte dolor, ya que el tejido mamario hace presión para expandirse y no tiene demasiado espacio, puesto que el implante ocupa parte del lugar”.

Por otra parte, el ginecólogo explicó los recaudos que la población femenina debe tener en cuenta, para evitar complicaciones al momento de tener que amamantar a sus hijos. Estos cuidados deben tornarse un hábito y cumplimentarse con anterioridad y posterioridad al período de lactancia. “Por una cuestión de cuidar su propia salud y en algún momento la de su hijo, toda mujer se tiene que hacer el autoexamen mamario, sin importar la edad que tenga. Entre 3 y 4 veces por año, después de menstruar, deben palparse las mamas, para detectar cualquier anormalidad que aparezca. Normalmente perciben puntos o zonas de dureza, ante lo cual deben concurrir a la consulta médica. Hace un par de años hacíamos las mamografías a partir de los 40, pero después esa edad bajó a 35, puesto que se han detectado casos de cáncer de mamas en personas más jóvenes. Incluso en estos días he tenido pacientes menores de 30 años con este tipo de patologías, lo cual nos lleva a los profesionales a aumentar los parámetros de prevención. Toda consulta ginecológica debe incluir el control de las glándulas mamarias, ya sea por medio de la ecografía, resonancia o las nuevas mamografías digitales. Una vez confirmado el embarazo, se recomienda un control más periódico de las mamas, porque existen pacientes con pezones umbilicados, que complicarán la correcta lactancia si no se realiza un tratamiento. En los primeros meses de gestación, la mama aumenta su volumen y produce algunas molestias, que también pueden ser disminuidas”, sostuvo Harris.

 

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